El tabaco es una planta del grupo de las solanáceas, al que pertenecen todas las variedades de chile, el tomate verde y el jitomate, entre otras. El principal efecto nocivo del consumo del tabaco es la muerte.
La principal sustancia activa del tabaco es la nicotina, un compuesto con fuertes efectos adictivos en los seres humanos. El humo del cigarro contiene más de 4,000 sustancias tóxicas identificadas, de las cuales más de 60 al parecer son cancerígenas, una de esas sustancias es el alquitrán, la cual es una mezcla de sustancias en las que se incluye el cianuro de hidrógeno, monóxido y dióxido de carbono.
Los efectos de la nicotina son casi instantáneos, apenas unos segundos después de llegar a los pulmones se encuentra ya en la sangre y unos minutos después llega al cerebro. Sus efectos en corto plazo tienen una duración de entre cinco y diez minutos, en los que existen etapas estimulantes y depresoras. La frecuencia cardiaca se altera igualmente y la presión arterial se eleva también.
El continuo contacto de labios, boca, laringe, faringe, y esófago con las sustancias cancerígenas del humo del tabaco hace que sean frecuentes los casos de cáncer entre la población fumadora.
El cáncer pulmonar es globalmente el principal tipo de cáncer en nuestro país.
Junto con la disminución de oxígeno en la sangre debido al monóxido de carbono, las estructuras de los pulmones donde se lleva a cabo la absorción del oxígeno se ven obstruidas por las sustancias del humo. El alquitrán hace que se pierda elasticidad y se respire con dificultad, dando como resultado lo que se conoce como enfisema pulmonar.
La piel y las mucosas también se ven afectadas por el tabaco, pues se pierde la proteína llamada elastina, lo que da lugar a una menor elasticidad pulmonar e incremento de pliegues y arrugas cutáneas.
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